Mural en el barrio Puente de Fierro

El sábado 8 de noviembre fue un día de sol y cielo azul. Desde antes de las diez de la mañana la gente del CEBAS se dio cita en la escuela y comenzó a preparase: pintura, pinceles, trapos, botellas vacías, equipo de música, parlantes, comida, equipos de mate, lápices y crayones de colores, hojas en blanco, latitas y tapitas de colores, globos, golosinas... Todo lo necesario o casi todo: otras cosas, como agua fresca y panes caseritos horneados en el momento, nos serían brindadas por las vecinas del barrio Puente de Fierro. Esa mañana fuimos al barrio a pintar un mural junto a los vecinos.  
La actividad fue planificada por alumnos de 2º año de la mañana y la tarde, junto a los profesores Juan Belmonte y Alfredo Moretto, del Taller de Salud Pública.  

El mural terminado

El trabajo comenzó meses antes de ese sábado, el mural fue el resultado de mucho trabajo compartido.
Una actriz central en este proceso fue Xoana, una artista plástica y muralista, que brindó su conocimiento y creatividad para proyectar y realizar el mural entre todos: alumnos, vecinos de Puente de Fierro, docentes, niños, adultos, jóvenes... Xoana supo incentivar y organizar en el trabajo a mucha gente, muy diversa.
En una primer jornada, alumnos y docentes, junto a Xoana, invitaron a los niños del barrio a contruir casitas de madera pintadas de colores para pegarlas en la pared, integrándolas al mural, el día en que éste se pintara. Fue la primera tarde de trabajo.

Primer encuentro con los chicos del barrio


Alumnos de 2º año del turno tarde en la actividad de construcción de las casitas




La pared en la que se pintó el mural fue cedida por una vecina. El diseño fue elaborado entre alumnos, vecinos del barrio, docentes y Xoana. A grandes rasgos, el dibujo quedó compuesto por dos tótems: una figura femenina y una masculina, en los lados, como símbolos protectores del barrio; hacia el centro y sobre un fondo de colores, las casitas de los niños y figuras orgánicas con la técnica de estencil, representando el cuidado del medio ambiente. En el centro, tal como se acordó con las mujeres, el escudo del club de fútbol femenino del barrio.
Los esténciles los diseñaron y realizaron alumnos y docentes en clase, con la guía de Xoana. Las formas estuvieron inspiradas en hojas, tallos, flores: figuras orgánicas.



El día elegido para pintar el mural, además de los alumnos y docentes de 2º año, otros alumnos y docentes del CEBAS se sumaron. Una vez llegados al barrio, hubo que organizar el trabajo. Unos comenzaron a trazar las primeras líneas de los dibujos y a dar las primeras pinceladas de color en la pared, guiados por Xoana. Otros, se encargaron del tereré, de la música, de los sanguchitos del almuerzo, preparados con panes caseros calentitos, hechos por dos vecinas. 
También hubo que entretener a los niños dibujando, cantando, jugando, hasta que llegara el momento en que pudieran hacer sus aportes al mural: pintar el fondo de colores, pegar sus casitas, escribir sus nombres, hacer pequeños dibujitos en la pared...
Y mientras tanto, entre toda esta actividad constante, hubo charlas, risas, mates y pinceles compartidos. Fue una jornada de trabajo colectivo, en la que cada quien hizo su aporte. 
Hacia el final de la tarde, cuando ya el sol no pegaba tan fuerte, pudimos ver el mural terminado. Al escudo del club de fútbol, el CACHFE, lo terminó de pintar una vecina del barrio, Kika. Ella dio las últimas pinceladas.  




Imágenes de las jornadas de trabajo

 Armando y pintando casitas con los niños:





































Elaboración de los esténciles en el CEBAS:

























Jornada de pintura colectiva en Puente de Fierro:
















































































































































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