NI UNA MENOS: el CEBAS estuvo presente en la marcha del 3 de junio




Ni una menos

El miércoles 3 de junio el CEBAS Nº 1 estuvo presente en la Plaza Moreno y marchó junto a miles de platenses, para denunciar la violencia contra las mujeres. Había que sumarse a una lucha que requiere el aporte de todos y, en esta coyuntura, poner el cuerpo para dejar testimonio del consenso social para la implementación de políticas públicas que contribuyan a resolver esta compleja problemática que se vincula fundamentalmente con lo cultural, pero también con lo legal, lo económico y lo judicial.

Los carteles que portaban los alumnos y alumnas del Cebas eran producciones que resultaron de  talleres en los que, coordinados por los docentes, se constituyeron en verdaderos espacios de reflexión. Los docentes, acompañados por nuestros hijos y por nuestras parejas, marchamos también junto a los alumnos.

“Si te quiere, no te pega”, interpelaba una adolescente desde una cartulina roja que sostenía bien alto. Al ingresar a la plaza, una hilera de familiares de una de las tantas víctimas de la violencia de género, sostenían la foto de esa mujer que ya no estaba, con un mensaje contundente: “¡Justicia!”.

Muchas mujeres de todas las edades pero también había hombres y niños. Una murga aportaba color a una manifestación que iba sumando cada vez más gente, que exhibía sus pancartas y cantaba, al compás de los tambores: “Basta de muerte, basta de violencia, las mujeres no tenemos más paciencia”. Los alumnos del Cebas acompañaban con palmas, al tiempo que iban intercambiando relatos de experiencias de otras marchas y vivencias de sometimientos cercanos.

Surgía el asombro, surgían preguntas. ¿Por qué había travestis en la marcha?. “Mil quinientos niños huérfanos en los últimos siete años”. La información que nos llegaba de los carteles, de los cánticos, de las notas periodísticas publicadas por los medios, del intercambio con el compañero que teníamos al lado,  daba lugar a la posibilidad de analizar, relacionar, ir avanzando con algunas conclusiones sobre una cuestión tan dramática y tan conocida a la vez. A medida que nos acercábamos a la Plaza San Martín, segundo punto de encuentro, se iban encontrando diferentes formas de contribuir a desnaturalizar el maltrato.

El jueves 4 de junio se recuperaron en el aula las vivencias de la jornada anterior. Sensaciones, percepciones, críticas fueron surgiendo del grupo de alumnos: “vencimos el prejuicio de que las marchas son violentas”, “aprendimos a ser solidarios” fueron algunas de las frases que se escucharon. Apareció también la tristeza al conocer la historia de algunas mujeres asesinadas, la necesidad de decir “basta”; la violencia como un problema de salud pública.

El grupo destacó la importancia de la convocatoria de la escuela reforzando el mensaje de los medios para que surgiera la motivación de marchar; la escuela forma ciudadanos. Hubo planteos ante la ausencia de autoridades, ante la falta de orador en la Plaza San Martín. Desacuerdo con algunas consignas de una marcha que fue diversa. Pero predominó, sobre todo lo demás, la esperanza de ampliar derechos a partir de un proceso colectivo que siga sosteniendo acciones por el cambio.




Días previos a la marcha los alumnos y alumnas del CEBAS reflexionaron la violencia de género a propósito de la convocatoria "Ni una menos" y decidieron plegarse a la misma con carteles y fotos que se difundieron a través de las redes sociales.










    

El miércoles por la tarde, el punto de encuentro del CEBAS fue la escalinata de la Catedral, para luego marcha todos juntos.



















Comentarios