El barrio a la escuela y la escuela al barrio

 

César y Eli, dos referentes del barrio Evita de La Plata, nos visitaron una mañana del mes de noviembre. En una de las aulas del Cebas formamos una ronda para comenzar a conocernos, alumnos, docentes y vecinos de un territorio que crece día a día y en el que estamos comenzando a trabajar junto a la comunidad.

Hace ya 7 años que el barrio se fue formando, con gente que buscaba un lugar donde vivir, donde poder ver crecer a sus hijos. César y Eli lo habitaron desde el principio y hoy son parte de un grupo que lleva adelante las actividades de uno de los comedores de “La Patriada”, ubicado en la esquina de las calles 91 y 27. Durante la pandemia de Covid organizaron la Copa de Leche a la que concurren alrededor de  27 familias. Reciben la ayuda de otros referentes para conseguir mercadería y cuando no hay, la creatividad se hace presente para asegurar la leche, el azúcar y el pan.

Comparten con las familias la información de lo que van planificando y de las posibilidades reales a la hora de brindar la merienda. Con 18 kilos de harina amasan para fabricar tortas fritas, rosquitas y pan casero.  No son improvisados, asisten a cursos de Manipulación de alimentos junto a sus otras 10 compañeras del merendero.

La organización La Patriada tiene 5 comedores en el barrio Evita (Machu Pichu en 29 y 91, otro en 26 entre 90 y 91, entre otros). Se turnan con otros merenderos de otras organizaciones políticas y sociales para estar presentes cada día de la semana.

Los chicos del barrio tienen también apoyo escolar en la placita del barrio Puente de Fierro,  que está en 27 entre 89 y 90. Es el barrio que está pegado al Evita. Esa placita es un lugar donde se organizan diversas actividades, como ferias, encuentros y donde también funcionan diversos programas sociales de la Provincia de Buenos Aires.

El barrio Evita tiene una historia corta pero de mucha lucha por lograr disponer de los servicios esenciales como agua y luz, apelando a tanques comunes o tendidos de cables colocados por los mismos vecinos hasta conseguir que la empresa llegue con sus técnicos. También sostienen  la pelea ante la amenaza de un desalojo, por eso hoy tienen certificados de vivienda.  Luchan también por condiciones de seguridad o la necesidad de limpiar las zanjas para que el agua no inunde las casas. La calle 30 es la más complicada, la basura sigue presente por los malos hábitos de algunos vecinos.

Con organización se fueron logrando muchas cosas, como el diseño cuidadoso de las calles, para que pudieran transitar los bomberos, la ambulancia, los remises. Tienen la esperanza de que el municipio lleve el asfalto y que se implementen  políticas públicas municipales y provinciales para mejorar las condiciones del barrio.

César se pone serio y comenta que hace docencia con aquellos vecinos que reciben ayuda del Estado y no la invierten en su casa. Es paraguayo y no olvida las enseñanzas de su abuelo: “A los hijos hay que cuidarlos, darles una educación y hay que enseñarles a pescar, no regalarles el pescado” dice, reproduciendo aquella frase de la sabiduría popular que también marca la vida de muchos argentinos. “Llegué a este país hace 4 años, con las manos vacías y ya tengo el sesenta por ciento de mi casa construida”, dice con orgullo, convencido de que su ejemplo y el de muchas otras personas del barrio pueden dejar una enseñanza.

En el inicio, se instalaron 70 familias de las cuales solo 50 resistieron la dificultad de los primeros tiempos. Pero luego algunos terrenos fueron vendidos, re vendidos y hoy, en el barrio Evita y en la "Tira de 30”,  son cinco centenares de familias que comparten logros y necesidades. “Respecto a la seguridad, necesitamos una caseta policial en Puente de Fierro, con cámaras” Cuenta Eli. Hace unos meses compraron una alarma vecinal, cada manzana había designado un delegado que juntaba el dinero para pagarla. Si entran a robar a una casa, los mismos vecinos intentan atrapar al ladrón sin esperar a que llegue la policía.

“Necesitamos concientizar sobre el tema de la basura, a los vecinos y a las empresas. Como no tenemos recolección la gente va a tirar los residuos al puente. También tenemos que resolver el tema del agua y de la luz eléctrica, a partir del aumento de la población del barrio” explicó César. Hay peligro de incendio por las conexiones de luz precarias.  La Universidad Nacional de La Plata aprobó un proyecto presentado por un referente de la organización La Falcone (92 casi esquina 29),  que todos apodan “Pelito”: se va a colocar una bomba de agua en la zona.

Con respecto a la salud, disponen de un centro en 84 y 31 y de otro en 20  84, pero demandan uno más cerca de la calle 90, pensando en los niños, que requieren mucha atención. Los vecinos también recurren a los hospitales Gutiérrez y San Juan de Dios

Funciona en el barrio una asamblea vecinal para organizarse con donaciones de los que están en mejores condiciones económicas. Uno de los dispositivos es el roperito, otro el apoyo escolar y, por supuesto, el merendero. Se comunican a través de un grupo de Whatsapp y, a veces, realizan reuniones presenciales en un galpón viejo que no tiene techo o en la esquina de la casa de algún vecino.

Desde el Cebas N°1,  son varias las materias que llevan a sus alumnos al barrio  para vincularse con los vecinos y para recolectar información, y así dar los primeros pasos del trabajo en terreno: conocer a la comunidad, sus necesidades y sus potencialidades. En “Ciencias Sociales”, particularmente, se puso en marcha la realización de un mapeo del barrio Evita y de “la Tira de 30”. Vamos encontrando cuales son los desafíos para la promoción de la salud, y las maneras de entretejer acciones junto a los vecinos.







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