Luego de varias tardes de ensayo, los alumnos de
Fue una súper producción con escenografía de lujo. Los mosquitos ganaron protagonismo y se dedicaron, entre otras cosas, a perseguir a los chicos, que se sumaban con complicidad a participar de la historia de ficción. Cuando los bichitos se tomaban un respiro en esto de alimentarse de la sangre humana, enriquecían la capacidad del personaje de transmitir sus propias características cantando “Se dice de mí”, al mejor estilo de la recordada Tita Merello. Tercero convocaba a todos a dar rienda suelta a la voz con la canción del grupo norteamericano The Doors, “No me moleste mosquito”, que dio el nombre a la obra.
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