Jornada de derecho al juego

Nuevas formas de mirar el día del niño

¿Cuánto media entre el derecho a jugar y el mundo del consumo? ¿Día del niña/o o día del acceso, de la marca de la diferencia?


Nos propusimos trabajar desde el sentido del dar al sentido del compartir, producir sentidos que nos pongan en comunicación, que nos alojen en lo común y no en la entrega, en lo comunitario, en lo que podemos hacer juntos.
Todos los niños tienen una multiplicidad de derechos y el derecho a jugar es uno de ellos. Los pequeños del barrio conservan la capacidad de sostener los juegos populares y nosotros el ingenios de inventar y reinventar estrategias saludables.



Luego de la inundación, con el barrio desbastado, reflexionamos con la comunidad del barrio Puente de Fierro y sus organizaciones, en la necesidad de recuperar la alegría. Pensamos entonces, en una jornada sobre el derecho al juego reinstalando otra idea sobre este evento, con la esperanza de trastocar los sentidos (con los que trabajamos y con los que producimos cultura). Así se hizo y la experiencia fue muy gratificante para el barrio y de mucho aprendizaje para todos.
Hoy, a tres años de ese evento, la comunidad nos pide una jornada de derecho al juego, mediada por la única entrega de un espacio para compartir jugando, con la suma de todas las organizaciones.
Un pedido que condensa una siembra y abre un abanico de experiencias para los alumnos que siguen transitando el CEBAS. 





Para armar sólo era necesario imaginación, recuperación de la propia infancia y la experiencia de los hijos, habilidad para la búsqueda de nuevos juegos y mucho amor.
Hubo todo eso para que la alegría fuera compartida y la mirada del barrio y de los chicos se construyera con sentidos positivos.
Los alumnos del CEBAS organizaron juegos, se vincularon con los chicos y compartieron con el barrio una jornada en la que todos aportaron, disfrutaron y le regalaron a los chicos una tarde de felicidad, a pleno sol.











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